miércoles, 23 de abril de 2008

ALUMNOS DE ESO

CRISTIAN RUBIO
El mono y el hombre
El mono iba caminando por la selva, de pronto salió el diablo y le dijo:
- ¡Qué feo eres! ¡Ja, ja, ja!...
Y el mono le contestó:
- Prefiero ser feo a ser como tú.
En realidad el mono se moría de envidia y, entonces Dios, lo cambió y lo hizo hombre.
ISMAEL RUÍZ VINUESA
La voladora
Una hoja estaba colgando del árbol a principios de otoño. Resistía fuertes vientos y tormentas, pero a todos les llega la hora.
Cayó lentamente hacia el suelo con tristeza.
ANDREA LOMINCHAR
Manuel pensó que su cumpleaños iba a ser el más desagradable de su vida, tras la muerte de su padre.
A Manuel le gustaban los dulces, y recordó que su padre siempre le traía caramelos el día de su cumpleaños a las nueve de la noche.
Manuel invitó a sus amigos a su fiesta y se fueron a las siete. A las ocho llegaron sus familiares. Manuel intentó parecer contento durante toda la tarde para que su madre no se preocupase.
Cuando llegaron las nueve de la noche, Manuel echó de menos a su padre al acordarse de los caramelos que siempre le traía. Y de repente, llovieron caramelos a las nueve de la noche.
SANDRA MARÍN ARCE
El osito solitario
Una vez, en una aldea pequeñita, vivían muchos ositos. Todos eran azules, amarillos y rosas, hasta que un día nació uno rojo. Nadie lo quería, todo el mundo se metía con él y él se ponía muy triste porque estaba solo y nadie le hacía caso. Pero un día llegó a la aldea un osito negro y se hizo amigo del osito rojo. Y los dos ositos se hicieron inseparables y nunca, nadie más, se volvió a meter con ellos y fueron muy felices.
MARÍA DEL MAR FERNÁNDEZ CAÑAVERAS
Llega otro fin de semana más!, y mis amigas y yo nos pusimos a pensar, que haríamos, así después de descartar sitios y sitios, llamamos a nuestros amigos y después de darle como unas cien mil vueltas, nos fuimos fuera todo el fin de semana. El sábado estuvimos casi durmiendo toda la mañana, por la tarde empezamos a dar vueltas, y por la noche nos fuimos todos a una discoteca muy grande, dónde iba hasta gente famosa. Mis mejores amigos eran Rubén y Sergio, que eran hermanos gemelos. Aunque físicamente eran iguales, no se parecían en nada, Rubén no tenía corazón ninguno con nadie, era una persona reacia, poco amigable, aunque no era malo, sino había que conocerle bien, y Sergio era una gran persona, todo lo contrario a Rubén, se hacia más de querer. Nos lo estábamos pasando genial, allí había mucha gente, gente muy diferente, gente que le gustaba divertirse lo normal, otra gente que se pasaba bebiendo y otros que les gustaba conocer a gente nueva. Cuando llevábamos como una hora o así, Sergio se desmayó, nosotras pensábamos que se le pasaría porque sería un golpe de calor, pero al ver que no se levantaba, ni se movía enseguida llamamos a una ambulancia, estábamos todos muy asustados. Y llegamos al Hospital, no nos imaginábamos nunca que estaba pasando, y esperamos a la enfermera que no lo dijera ella, pero la enfermera puso muy mala cara, y nos informó de que Sergio, no estaba en la habitación que había desaparecido. Sin pensárnoslo más empezamos a correr por los pasillos del hospital, en busca de Sergio, los pobres familiares e amigos de otros pacientes nos miraban alarmados. Todo el mundo empezó a inquietarse nadie sabía que pasaba, ni nosotros mismos lo sabíamos bien. De pronto, parecía que lo vimos, y fuimos corriendo hacia allí, pero no era Sergio era su hermano Rubén, todos estábamos seguros de que él sabría donde estaba su hermano, pero no lo pudimos alcanzar, uno de nosotros se fue a buscar a seguridad del hospital. La alarma de emergencia estaba disparada, y es que todo era tan raro, nadie sabía que pasaba, había mucho ruido en ese hospital, la gente cada vez se asustaba más, una de mis amigas y yo empezamos a hablar con algunas personas que había allí y preguntarles, pero nadie sabía nada e incluso algunos nos tomaban por locas y raras. Los que se quedaron en la entrada, volvieron a ver a Rubén y nos llamaron, pero él si que estaba loco, parecía que había tomado algo fuera de lo normal, lo más seguro que habría toma alguna sustancia estupefaciente, no sabíamos que hacer no tenía control ninguno, además llevaba una navaja con la punta manchada de sangre, estaba loco, parecía muy peligroso, e intentaba hasta atacarnos, nunca lo habíamos conocido así, en ese instante llego seguridad y le disparó, aunque no murió…
JAVIER FERNÁNDEZ

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